No mames, otra vez tú, otra vez estás tú en mis
pensamientos, pero, ¿de qué forma pienso en ti? De la única forma en la que me
entregué, y en verdad me entregué por completo a ti: en el SEXO, sí.
Cada que me acuerdo de cuando lo hice, de cuando me entregué
a ti y no me refiero corporalmente, más bien fue mentalmente, sentimentalmente
y eso está aún más cabrón pues ya no podré tener alguna relación placentera sin
que estés tú presente en mis malditos pensamientos, FUCK como me castra eso,
pienso en tu cuerpo, en tus caras y gestos, en tu piel, ¡como pienso
en tu piel! ¡porqué! Qué me hiciste? Recuerdo ésas noches (y que noches!) solo
desearía volver a repetirlas una vez más, sólo una vez más y disfrutar otra vez
de ti, de tus caricias y besos, de tu cuerpo desnudo abrazándome.
Pero no, eso ya no se podrá, ni siquiera pensarlo podré,
o tratar de encontrarme de “casualidad” contigo, ya no, jamás. Quiero llorar,
pero yo no, mis ojos no, es mi cuerpo el que quiere llorar, es mi piel la que
se quiere arrancar pues ya jamás la volverás a tocar.
No sabes cuanto he necesitado tu calor, un abrazo tuyo,
tu silueta delgada y tu rostro tan perfecto. Pero ya no, eso jamás volverá a
suceder.
En este momento pienso en qué estarás pensando, con quién
estarás y si alguna vez piensas en mí y si lo haces de qué manera y si no:
¿porqué?. Siento que tu tampoco vas a sentir algo igual con otra mujer, algo
tan rico, que te hagan sentir igual, sé que no, espero que no, porque eso pasó
conmigo. Tus expresiones no podían ser falsas pues en ésos momentos los dos nos
conectábamos tan bien que sentíamos lo mismo al mismo tiempo y era tan….
Pasional? No sé si se diga así, era simplemente algo “mágico”, que no tenía que
ver con mamadas cursis, solo era sensual, pasión, excitación, algo delicioso y
completamente puro.
Pero, como en todo escrito hay un “pero”, no eras real,
me hacías sentir mal, gorda, fea, sin chiste o gracia alguna, supiste
lastimarme bien, muy bien, supiste ir excavando en el alma un agujero que
aunque no penetró totalmente, sí dejó marca y una herida profunda. Fue todo un
letargo mi agonía, toda una travesía mi recuperación. Si tan solo hubiéses sido
real, tal vez no me hubieras lastimado, tal vez me hubieras querido y
apreciado.
Maldigo la hora de aquéllas palabras cruzadas y ésa
estúpida canción que no dejba de sonar de fondo para que te besara, maldigo las
cervezas que compramos y la mota que nos fumamos, maldigo el momento en el que
lo hicimos y maldigo tu alma, tu ego de chico “guapo” que te creías, pues no lo
eres, en verdad, no lo eres. TE ODIO MALDITO TÍTERE HIPÓCRITA, TE ODIO.
Me gustaría que lo leyeras, enviártelo por correo, quiero
que lo leas, quiero que lo leas maldita sea! Pero no, ni eso puedo hacer, no
puedo tener un vículo más contigo, ya no, ya no puedo, pues sería que te
“enterarás” de las cosas, y eso no quiero.
Sólo me quedan recuerdos y una gran meta a alcanzar que
es gustarte cuando me veas, que te arrepientas de no haberme llamado, sí, que
sufras y tengas mi imagen en tu mente todo el tiempo, que te sientas más que
atraído por mí, lo haré. Seré hermosa para que me veas y te desmadres por
dentro, no sé como, pero que quieras estar conmigo. Aunque pasen años y años....
En algún momento contaré de quién les hablo,alguien que dejó huella en mi vida para siempre.
No comments:
Post a Comment